AHÍ VIENE EL LOBO Parte 1

Colección
Lagartijas Tiradas al sol
10 Sep 2022
15 Ene 2023

La tercera revisión de la colección del Museo de Arte Carrillo Gil
fue ideada por el colectivo teatral Lagartijas tiradas al sol,
quienes han intervenido en la escena artística mexicana
proponiendo una metodología palimpséstica y arqueológica:
en el pasado late la potencia de su propia relectura para devenir otro e incidir en el presente.
Proponen ahora una operación ¿narrativa? que desdibuja
las rígidas fronteras de lo verdadero y de su némesis, lo falso,
tomando como punto de partida la famosa fábula atribuida a Esopo,
“El pastor mentiroso”, cuya iteración insistente parece habernos moralizado desde niñxs: no debes mentir.

Durante siglos, Occidente encontró en la verdad a uno de los valores
rectores de su entramado social. Si bien este ejercicio curatorial y
museográfico no defiende, per se, a la mentira, sí apela a una tesis:
no sólo la verdad construye realidad, ésta se genera también
a partir de las ficciones, de las falsedades, de los rumores,
de los chismes, de los robots que difunden y multiplican imágenes,
cifras, simuladas noticias, provocando diversas emociones y
pensamientos en quienes las consumimos, generando mundo.


Solemos pensar en la verdad como un concepto estático.
Y solemos desestimar a todas las otras formas de construcción de realidad
que no se adecuan a nuestra ideología. Para Aristóteles, por ejemplo,
A es idéntica a A. Una manzana es una manzana. Para otras formas de
percepción un ser humano puede convertirse en animal (nahual) y
un río puede ser también un abuelo. Ya el relativismo cultural, o
las epistemologías-otras han defendido la posibilidad de entender a
las diversas culturas a través de sus propios principios y valores,
para dejar de pensar en parámetros absolutos, universales, inmutables e inequívocos.

En esta muestra, los heterogéneos objetos colocados en la sala.
de exhibición –desde obras pertenecientes a la colección del MACG hasta utilería
proveniente de las bodegas teatrales del INBAL– y su confusa disposición, buscan
provocar una reflexión sobre los discursos que un museo emite, pues se piensa
generalmente que los museos producen “verdad” histórica.
¿Y si los museos se convirtiesen, aunque sea temporalmente,
en mecanismos emisores de ficción?Esta muestra coloca al MACG en esa tentativa.
¿Qué puede brotar de ello? Quizás una forma menos rígida de observar, de percibir,
una subjetividad más abierta al caos que tanto nos incomoda.
Esta exhibición pretende configurar una zona temporal en la que
lo contradictorio y lo antinómico sean posibles, que las tensiones
entre lo verdadero y lo falso se manifiesten, en donde los opuestos
convivan y puedan percibirse para que las certezas se desdibujen y
permitan, quizás, un modelo que amplíe las posibilidades de nuestra experiencia.

Mauricio Marcin Álvarez

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