Hágalo usted mismo

A finales de los años setenta, la escena punk impulsó la consigna Do it youself (Hazlo tú mismo) como un acto de resistencia y un modo de producción contracultural. Aquella subcultura juvenil que se asumía sin futuro, dispuesta a confrontar el establishment y negar los valores de la sociedad de consumo, adoptó el ethos de la provocación y la insolencia —en el lenguaje, en la acción, en el estilo—, así como de la autogestión.
Iván Trueta
21 Abr 2017
09 Jul 2017

A finales de los años setenta, la escena punk impulsó la consigna Do it youself (Hazlo tú mismo) como un acto de resistencia y un modo de producción contracultural. Aquella subcultura juvenil que se asumía sin futuro, dispuesta a confrontar el establishment y negar los valores de la sociedad de consumo, adoptó el ethos de la provocación y la insolencia —en el lenguaje, en la acción, en el estilo—, así como de la autogestión. El fanzine y las discográficas independientes fueron instrumentos de aquel espíritu trasgresor y contestatario que buscaba distanciarse de la cultura de masas con los medios que tenía a la mano.

En México, la expresión ha mutado cortésmente a la segunda persona del plural: Hágalo usted mismo. Más que una práctica estética o una forma de enunciar el descontento y la desafección política, el término refiere comúnmente a una serie de soluciones prácticas y baratas para realizar trabajos en la comodidad del hogar.

Iván Trueta, en la presente exposición, resignifica políticamente ese Hágalo usted mismo en el México actual: un contexto de violencia, inseguridad e impunidad extrema. Sus meticulosos dibujos exigen ser enmarcados bajo el desamparo y temor que vive una sociedad que desconfía de un Estado rebasado e ineficaz. Toda una guía de supervivencia para un país irritado y salvaje.

En las múltiples secuencias, el artista lleva al absurdo este nuevo manual de instrucciones para (sobre)vivir en México. Como Jorge Ibargüengoitia, Trueta emplea el sentido del humor y la ironía como un dispositivo crítico para cuestionarse sistemáticamente a uno mismo. Al protagonizar la mayoría de los dibujos, el artista explora hasta qué grado nos hemos acostumbrado a convivir con la tragedia y normalizar lo extraordinario en una sociedad en la que todos tenemos algo de víctimas y verdugos.
Texto: Enrique Díaz
Curador: Guillermo Santamarina
 

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