Levitación asistida

Fernando Ortega (México D.F., 1971) empleó maquinaria pesada para llevar a cabo un acto sencillo: una grúa de construcción colocada en uno de los extremos del museo sujetó, con un hilo de acero, un frágil bebedero de colibríes, frente al ventanal del segundo piso del museo.
Fernando Ortega
17 May 2008
08 Jun 2008

Fernando Ortega (México D.F., 1971) empleó maquinaria pesada para llevar a cabo un acto sencillo: una grúa de construcción colocada en uno de los extremos del museo sujetó, con un hilo de acero, un frágil bebedero de colibríes, frente al ventanal del segundo piso del museo.
Levitación asistida contrapuso dos objetos que, al conjuntarse en un simple acto de balanceo, componen una acción paradójica. Si la levitación implica la situación de hacer flotar en el aire un objeto sin ayuda de instrumentos físicos, en este caso el procedimiento era a la inversa: sujetar una pieza de dimensiones manuales con una máquina a través de una compleja maniobra de magnitudes innecesarias. Se trata de una levitación que engaña a la visión por lo sorpresivo, pero que recalca en la cualidad de “asistir” en un acto de extrema presencia.
 
Dentro del MACG la desconcertante distribución de la carga que sucedía en el exterior no alteró la función del objeto enmarcado: el bebedero de colibríes aparecía levitando a través de la ventana, movido únicamente por el viento. Suspendido a 23 metros del suelo, permaneció limpio de la pesada parafernalia con la cual se desarrolló toda la maniobra. En este itinerario de fuga ascendente, el fino hilo que sujetó al bebedero se perdía en el marco, desmaterializando la imagen y volviéndola ambivalente. Como en cualquier acto de selección, la ventana encuadró algo que estaba sucediendo afuera y que no podíamos entender del todo. La propia acción se exhibió de tal forma que, al final, no quedaba más remedio que comprenderla de forma disociada, como si cada uno de los objetos funcionara por separado.
 
Fuera del MACG, la realidad vertical operó con el marco de referencia del paisaje. La grúa se convirtió en otro de los tantos landmark que marcan espacios en construcción. Sin embargo, la carga minúscula consiguió desequilibrar la práctica laboral de esta torre de hierro.
 
El desconcierto ejerció su efecto sobre el resultado final del proyecto. Por el contrario, la practicidad del asunto pervierte cualquier moraleja más allá de la visualización de una experiencia sencilla: mantener un objeto por medio de otro en una Levitación asistida.

Contacto